En un mundo en el que la salud mental, el bienestar integral y la conexión con la naturaleza son cada vez más urgentes, la madera aparece como un material cada vez más elegido para transformar no solo cómo vivimos, sino también cómo nos sentimos y movemos.
En EEUU, Canadá, Indonesia, Países Bajos, e India, la madera ya llegó a revestir los aeropuertos.
“El avance de la construcción con madera estructural en aeropuertos responde a tres factores que se repiten en todos los proyectos analizados, la reducción Reducción sustancial de CO2, la construcción más rápida y limpia, y la experiencia del pasajero superior.
1. Reducción sustancial de CO2: La madera captura carbono durante su crecimiento. Reemplazar acero y hormigón por madera industrializada reduce las emisiones incorporadas en edificios de gran escala.
2. Construcción más rápida y limpia : La prefabricación permite montar grandes cubiertas y estructuras con menor ruido, menor desperdicio y menos tiempo de obra.
3. Experiencia del pasajero superior: La biofilia vuelve a ocupar un lugar central: interiores con madera visible, jardines integrados, techos verdes y luz natural disminuyen el estrés y mejoran el confort visual y térmico.
Mass timber: ejemplos que marcan tendencia
En distintas regiones del mundo, aeropuertos nuevos y ampliaciones están priorizando proyectos sustentables con madera y vegetación. Entre los casos destacados internacionalmente:
• Portland International Airport (Estados Unidos): uno de los proyectos de mass timber más grandes del país. Su nuevo techo ondulado en madera crea una sensación de “bosque interior”, con árboles vivos y jardines dentro del terminal.
• Fort McMurray International (Canadá): pionero en el uso intensivo de CLT y glulam en una terminal aérea completa.
• Banyuwangi International (Indonesia): diseño bioclimático con techo verde, ventilación natural y materiales renovables.
• Rotterdam The Hague (Países Bajos): incorpora cubiertas vegetadas extensas, que mejoran el aislamiento térmico y reducen el efecto isla de calor.
• Kempegowda International Airport (India): uno de los casos más ambiciosos de aeropuerto biophilic, con paredes verdes, jardines colgantes y zonas interiores arboladas.
Aunque el fenómeno es global, tiene una particularidad clave: es reciente y está creciendo rápido, impulsado por regulaciones climáticas, certificaciones de carbono, eficiencia energética y la necesidad de generar espacios más humanos para pasajeros y trabajadores.
Qué significa esta tendencia para Argentina
Para CADAMDA, la expansión de estas iniciativas abre una oportunidad enorme:
• posicionar al país como proveedor de madera industrializada certificada;
• impulsar proyectos de infraestructura pública y privada con menor huella de carbono;
• promover terminales de transporte más eficientes, cálidos y sostenibles, no solo aeropuertos, sino también estaciones de trenes y terminales de ómnibus.
La construcción en madera ya es una realidad sólida en el país, con múltiples obras privadas y públicas que muestran su versatilidad. El salto hacia infraestructuras de alta afluencia —como aeropuertos— es el siguiente paso lógico en la agenda de sostenibilidad global.
Desde CADAMDA señalan que la tendencia mundial confirma algo que la investigación y la práctica profesional vienen demostrando hace años: la madera no es solo un material para viviendas; es un material para infraestructura de gran escala, capaz de reducir emisiones, mejorar el confort y acelerar los tiempos de obra.
El mundo avanza hacia edificios más sustentables, y la madera está liderando ese camino, incluso en aeropuertos, uno de los sectores más exigentes en términos de ingeniería y operación, concluyen desde la Cámara.