Los 2.550 objetos de madera recuperados por primera vez de las ofrendas del Templo Mayor de Tenochtitlan
Arqueólogos, restauradores y especialistas han logrado rescatar los objetos que han sobrevivido más de 500 años sumergidos en agua, algunos completamente anegados. Se trata de una auténtica proeza de la ciencia dedicada a la conservación de estos materiales
Son, hasta ahora, 2.550 piezas de madera las que arqueólogos, restauradores y especialistas han logrado rescatar de las extraordinarias ofrendas halladas al pie del Templo Mayor de la vieja Tenochtitlan: dardos, lanzadardos, pectorales, pendientes, máscaras, ornamentos, orejeras, cetros, jarras, tocados, una representación de flor y otra de hueso encontradas todas en los depósitos rituales que hacían los sacerdotes para consagrar algún edificio o lanzar alguna petición a los dioses aztecas. Se trata de una auténtica proeza de la ciencia dedicada a la conservación de estos materiales vegetales delicados por naturaleza. Los objetos han sobrevivido más de 500 años sumergidos en agua, algunos completamente anegados.
Un alto y constante nivel de humedad, poca cantidad de oxígeno y de luz, así como mínimas fluctuaciones de temperatura, contribuyeron a la conservación de los restos orgánicos hasta nuestros días. Mientras que, un moderno método de conservación y estabilización, en el que se usan azúcares sintéticos (lactitol y, posteriormente, trehalosa)— técnica usada por primera vez en México, en 2002, por la restauradora Alejandra Alonso, quien llevó a cabo la estabilización de los artefactos de madera procedentes de la Ofrenda 102 en el Templo Mayor — logrará su conservación para que lo vean esta y las próximas generaciones. Debido a su vulnerabilidad natural, la preservación de los objetos de madera en las ofrendas localizadas al pie del centro espiritual de los mexicas se considera ejemplar.

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